En las próximas tres décadas, la población española de 65 años o más aumentará significativamente, lo que llevará a que el grupo poblacional de 70 a 79 años sea el más grande en 2050. La demanda de viviendas para el colectivo sénior se incrementará, y los nuevos modelos de vivienda, como el coliving sénior y el cohousing sénior, serán fundamentales para satisfacer estas necesidades.
En la actualidad, solo el 3% – 4% de las personas mayores vive en residencias, y además se trata del porcentaje más vulnerable. Por otro lado, la mayoría de las personas mayores prefieren vivir en su propia casa, y quieren tener una vivienda adaptada a sus necesidades y a su posible grado de dependencia. En este sentido, el cohousing y el coliving son dos opciones que ofrecen una alternativa viable.
Así, son muchos los inversores que han visto atractiva la rentabilidad de un mercado en plena expansión, tanto desde el punto de vista inmobiliario, como en el de la gestión pública y/o privada.
En este artículo, exploramos las claves de estos nuevos modelos de vivienda así como su potencial de crecimiento dentro del mercado inmobiliario.
Un sector emergente
El sénior living es una tendencia que ya se ve reflejada en los datos: según fuentes del sector, la inversión en el sector inmobiliario en España en 2022 se situó en el entorno de los 16.000 millones de euros, alcanzando un récord histórico. Y el sector living representó aproximadamente un 19% de dicha cifra, del cual casi un 12% correspondió a inversión en activos alternativos, mayoritariamente residencias de estudiantes y gente mayor, así como nuevos modelos de living.
Además, los fondos de inversión ya han irrumpido con fuerza en este sector del mercado español, tanto por las oportunidades inmobiliarias, como por la facilidad –respecto de otros países europeos– por encontrar gestores profesionales que les ofrecen una buena rentabilidad.
Otras variables como la climatología templada y mediterránea, la alimentación, y una sanidad de calidad refuerzan que el mercado español sea un destino atractivo para un gran número de personas mayores activas que huyen del frío y de las complicaciones de sistemas sanitarios mucho menos avanzados, atrayendo también inversión extranjera.
Belén Marrón, autora del estudio “El sector sociosanitario en España” y profesora de EAE Business School apunta a que es necesario «repensar el actual modelo de vivienda actual para gente mayor hacia un nuevo lugar amable, que responda a las necesidades de una nueva generación más longeva y activa, que demanda otro tipo de servicios diferentes a los actuales». «Debemos entender que la vejez es diversa y que deben convivir diferentes modelos (la persona dependiente, el centenario, el activo). Humanizar las residencias, flexibilizarlas, gamificarlas e incluir tecnología», señala esta experta.
Es necesario repensar el modelo de vivienda actual para gente mayor hacia un nuevo lugar amable, que responda a las necesidades de una nueva generación más longeva y activa.
Una vivienda adaptada al tipo de sénior
Algunos expertos opinan que la evolución del mercado de viviendas para personas mayores dependerá de la situación económica y de la renta disponible de dicha población. Sin embargo, anticipan que habrá una oferta mucho mayor que la actual. Para adaptar la oferta a la demanda, encontramos tres tipologías de modelos en alza dentro del sénior living:
- Cohousing: el cohousing es una forma de vida comunitaria en la que los residentes comparten áreas comunes y servicios. Cada uno tiene su propia vivienda, pero comparte el espacio común con sus vecinos. Esta forma de vivienda se adapta perfectamente a las necesidades de las personas mayores, ya que les permite vivir de manera autónoma y a la vez estar rodeados de una comunidad de personas con las que pueden compartir sus aficiones, intereses y vivencias.
- Coliving: el coliving es una tendencia emergente en la que las personas conviven en una casa o un apartamento y comparten no solo los espacios comunes, sino también los costes y los servicios. Esta forma de vivienda es ideal para personas mayores que quieren seguir viviendo de manera independiente pero con acceso a servicios y actividades que les permitan mantener una vida social activa.
El sénior cohousing y el coliving no solo ofrecen una alternativa a la residencia, sino que también pueden ser una solución más asequible. Además, al compartir espacios y servicios, los costes de mantenimiento y servicios son menores. En algunos casos, incluso puede ser una forma de generar ingresos, como ocurre en algunos países en los que las personas mayores alquilan habitaciones a estudiantes.
- Sénior Resort: se define como un sénior resort un complejo de viviendas que comparten servicios comunes donde todo está pensado para residentes de edad avanzada. Cuenta con apartamentos de una y dos habitaciones y ofrece servicio médico durante las 24 horas, además de jardines, piscina, seguridad… Este tipo de vivienda va a extenderse por nuestras ciudades, muy especialmente en el litoral alicantino, las marinas y la Vega Baja, debido a la gran cantidad de extranjeros mayores de 65 años que eligen como destino de retiro la costa de nuestro país.
Los expertos hablan de que el modelo de cohousing tiene desventajas debido al tiempo de ejecución que conlleva, mientras que el modelo de coliving se ajusta bien a la idiosincrasia española y ofrece una mejora de calidad a un coste asumible.
Por otro lado, se observan diferencias entre la demanda del sénior nacional y del extranjero. El perfil del residente nacional prefiere un inmueble ubicado en un entorno conocido y consolidado, mientras que el extranjero busca localizaciones como resorts o urbanizaciones más alejadas de la trama urbana con una gama de servicios y actividades que cubran sus necesidades básicas.
Por ello, Madrid, Cataluña, País Vasco y Baleares tienen un mayor potencial para crear nueva oferta para el cliente nacional, mientras que la costa valenciana y Andalucía tienen una mayor predilección para proyectos enfocados en el foráneo. Sin embargo, es importante incrementar el parque de vivienda asequible con la calidad adecuada para todos los perfiles de población, y que el sector tiene un papel importante como servicio y generador de empleo.
Como señala Marrón, «todavía no ha surgido el modelo residencial idóneo. Vamos a ir conociendo nuevas formas de convivencia sorprendentes donde las tecnologías y las soluciones adaptadas y personalizadas nos permitirán determinar con libertad dónde queremos pasar y de qué forma nuestros últimos años en esta vida. Lo que sí sabemos es que necesitamos a nuestra gente, a nuestra familia y a nuestros amigos. Por eso, la tendencia de crear lugares en centros urbanos o rurales, pero que te permitan mantener tu estilo de vida, serán aquellos que, sin duda, tengan una mayor demanda. Queremos estar cuidados sin alejarnos de los nuestros», concluye la autora del informe.
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