Tasación de centros comerciales

La ubicación es, sin duda, uno de los aspectos más determinantes en la valoración de un centro comercial. Factores como la accesibilidad desde las principales vías, la conectividad con el transporte público y la densidad de población en su área de influencia inciden directamente en su atractivo para clientes, operadores e inquilinos. Un centro comercial situado en una zona con alta demanda, buena conectividad y un entorno socioeconómico favorable tendrá mayor capacidad para atraer público, lo que incrementa su valor. Además, la proximidad a otras áreas comerciales, colegios, oficinas o zonas residenciales puede aumentar significativamente la afluencia y la viabilidad económica del inmueble.

El mix comercial hace referencia a la variedad y calidad de los establecimientos presentes en el centro. Una combinación equilibrada de tiendas ancla (grandes marcas que atraen un flujo constante de clientes), comercios especializados, opciones de ocio y restauración crea una experiencia completa que fomenta la fidelización de los visitantes.
Por otro lado, las tasas de ocupación y la duración de los contratos de arrendamiento son indicadores clave de la estabilidad del activo. Un alto porcentaje de ocupación, combinado con acuerdos a largo plazo con inquilinos sólidos, aumenta la percepción de seguridad y rentabilidad para inversores y propietarios.

La superficie bruta alquilable (SBA) es uno de los principales parámetros que determinan el potencial de ingresos de un centro comercial. Un diseño arquitectónico eficiente que optimice el uso del espacio, junto con áreas comunes atractivas y funcionales, contribuye a una mejor experiencia del visitante y, en consecuencia, a mayores ingresos.
Además, elementos como la distribución interna, la visibilidad de los locales, la calidad de los acabados y la iluminación natural son factores que influyen tanto en la valoración del inmueble como en la percepción del público.

La rentabilidad de un centro comercial se calcula en función de los ingresos generados por alquileres, las tasas de ocupación y el crecimiento proyectado. Un análisis exhaustivo de las tendencias del mercado, junto con la evaluación del entorno competitivo, permite proyectar ingresos futuros con mayor precisión.
Además, Tecnitasa tiene en cuenta factores macroeconómicos, como el crecimiento del consumo o los cambios en los hábitos de compra, para ajustar las estimaciones y reflejar con exactitud la realidad del mercado.

El estado general del inmueble y la calidad de sus instalaciones son determinantes en la valoración. Un centro comercial bien mantenido, con sistemas de climatización eficientes, accesos funcionales, ascensores y escaleras mecánicas en perfecto estado, genera una percepción positiva tanto para los visitantes como para los arrendatarios.
Las áreas de aparcamiento, las zonas de ocio y recreación, y los sistemas de seguridad y vigilancia también juegan un papel importante. La inversión en mantenimiento y modernización de las instalaciones puede marcar la diferencia entre un activo promedio y uno altamente valorado.