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¿Tienes una finca rústica en venta o alquiler o estás pensando en adquirir una? El mercado inmobiliario de fincas rústicas está creciendo mucho en los últimos años y algunos tipos de cultivos o explotaciones están muy demandadas. Según datos recientes del INE, la compraventa de fincas rústicas ha experimentado su mejor mes de abril desde 2028, con un aumento del 17,5% con respecto al año anterior. La plataforma Cocampo, especializado en el arrendamiento y venta de fincas rústicas, ha multiplicado por 5 su oferta de propiedades, con más de 12.000 anuncios publicados.

Por ello, antes de comprar, vender o arrendar una finca rústica, es muy recomendable que realices una valoración de la misma. No solo te ayudará a saber si estás tomando la decisión adecuada, sino también cuál es el potencial en términos de rentabilidad.

Para conocer qué factores debemos tener en cuenta a la hora de comprar o vender una finca rústica, hemos consultado a Luis López Crespo, el Director del Área de Fincas Rústicas de Grupo Tecnitasa. Te los detallamos a continuación:

 

1. A más tamaño, más demanda: cuidado a la hora de dividir

Según Luis, una de las casuísticas más comunes por las que se solicita la valoración de finca rústica es cuando varios hermanos han heredado la finca y se están planteando dividirla.

Las fincas rústicas de gran tamaño son las que más demanda tienen y de las que hay menos disponibilidad. Si la finalidad de la valoración es la venta de la finca rústica, puede resultar más recomendable calcular el valor pero venderla como una única finca y repartirse los beneficios que dividirla entre varias fincas pequeñas.

Si tenéis dudas sobre qué hacer, solicita asesoramiento al profesional que realice la valoración. Es clave valorar la rentabilidad de los arriendos para detectar si ofrece más rentabilidad a medio y largo plazo que efectuando la venta.

Arrendar o vender fincas rústicas

2. ¿Qué tipo de fincas son tendencia? Un cambio de uso te puede aportar más rentabilidad

No es lo mismo el valor que se obtiene por finca rústica de almendros que una finca rústica de olivar. Si quieres aumentar la rentabilidad de tu finca rústica de cara a obtener más beneficios por una posible venta o explotación de la misma, es importante conocer, primero, si el tipo de uso que se está llevando a cabo en la finca es el más rentable, si es posible cambiarlo y cómo se puede optimizar para conseguir un mayor rendimiento.

Uno de los cultivos estrella en este momento es el olivar en espaldera. Es un tipo de explotación que no requiere demasiada agua y del que, además, se están obteniendo variedades que son mucho más productivas. Además, se conocen muy bien las plagas que sufre y cómo tratarlas de manera efectiva. Unido al exponencial crecimiento del precio del aceite en el último año y que se está revirtiendo la sequía que esquilmó la producción el año pasado, es a todas luces una apuesta ganadora.

En la otra cara de la moneda, nos encontramos las fincas de almendros, un cultivo que exige 4 veces más agua que el de olivar. El coste final es aproximadamente el doble. Además, esta especie arborícola se está viendo afectada por una plaga muy agresiva, lo que está matando los árboles y mermando muchísimo la producción.

Muchos propietarios con fincas de secano que en los últimos años habían plantado girasol, garbanzos o trigo han cambiado a olivar en espaldera y han visto cómo su rentabilidad se ha multiplicado.

Los frutos rojos y cítricos también se encuentran en auge, sobre todo para los grandes tenedores. En estos momentos, hay fondos de inversión muy interesados en fincas de más de 150 hectáreas para explotarlas con esta finalidad. Si ya están plantadas las variedades, puede llegar a valer más de 75.000€ la hectárea.

El aguacate también es uno de los cultivos en tendencia por el que se sienten atraídos inversores de entre 35 y 55 años. Cabe decir, sin embargo, la planta aguacatera exige una gran cantidad de agua y nutrientes y unas condiciones ambientales muy específicas para crecer, lo que hace que su coste aumente y que en según que zonas no sea viable.

Para este tipo de cultivo, hay muchos propietarios que, en lugar de vender, están arrendando estas fincas a los inversores.

En lo que respecta a fincas ganaderas, las de tipo dehesa para cerdos ibéricos que tienen poca pendiente están experimentado una gran demanda. Es importante no confundirlas con las de recreo que se utilizan para caza, turismo gastronómico o turismo cinegético, ya que no son comparables.

 

3. Optimizar los recursos y mantenimiento de una finca rústica impulsa su rentabilidad

¡Un aspecto clave para impulsar la rentabilidad y productividad de una finca rústica es aplicar técnicas y herramientas que permitan mejorar su eficiencia y sostenibilidad. Las fincas rústicas exigen una gran cantidad de recursos, en especial agua y electricidad, y el aumento de los costes de la energía ha mermado la rentabilidad.

Aunque significa una inversión considerable de inicio, integrar sistemas de riego por goteo o placas solares unidas a sistemas de bombeo solar para poder hacer la finca autosuficiente impulsarán la rentabilidad de la misma y amortizarán la inversión a medio y largo plazo.

En muchos casos, además, es posible pedir subvenciones para amortizar estas inversiones y también existe la posibilidad de vender la energía sobrante.

Si tienes una finca rústica y no sabes muy bien qué hacer con ella o quieres poner a la venta una finca rústica o alquilarla y no sabes cómo hacer, en Grupo Tecnitasa contamos con expertos en fincas rústicas que pueden ayudarte.

Arrendar o vender fincas rústicas

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